Poco después de la publicación de la famosa pastoral de 1931 del Cardenal Segura se produjo otro grave incidente que hacía prever cómo iban a ser las relaciones Iglesia-Estado durante la IIª República, la quema de edificios religiosos en Madrid los días 11 y 12 de mayo. Los sucesos comenzaron en la sede de ABC donde un grupo de monárquicos puso la Marcha real y empezó a dar vivas al rey provocando una reyerta que llegó a convertirse en manifestación. Los tumultos populares se extendieron también a otras provincias donde también se produjeron incendios y donde la cólera popular se descargó sobre todo contra los periódicos representantes de la oligarquía (por ejemplo La Verdad, en Murcia).