Pedro Segura y Sáez (1880-1957), Cardenal Primado de España, católico intransigente y monárquico a ultranza, llevó a cabo desde los primeros momentos tales enfrentamientos con el Gobierno de la República que a mediados de 1931 fue decretada su expulsión del país, no pudiendo regresar hasta 1937. El motivo que determinó finalmente su expulsión fue la publicación de una violenta pastoral por parte del Cardenal, entonces Arzobispo de Toledo, en la que elogiaba la figura de Alfonso XIII e instaba a los católicos a no “permanecer quietos y ociosos” y a unirse en el momento de elegirse las Cortes Constituyentes para que fuesen elegidos candidatos que defendiesen a la Iglesia.