En este caso, la evaluación se basará no sólo en el desarrollo de las competencias marcadas sino también en la observación que realice el profesorado del desarrollo de la investigación histórica y de su producto final. Para ello se tendrá en cuenta:
La calidad global del informe presentado.
El grado de implicación y colaboración alcanzado en el grupo de trabajo.
El manejo adecuado y abundante de la bibliografía más actualizada sobre la temática objeto de investigación.
La variedad y riqueza de fuentes primarias empleadas.
La habilidad para elaborar argumentos históricos.